lunes, 31 de octubre de 2011

Señales de alivio

Según el último reporte del gobierno regional de Aysén, zona donde se sitúa el Hudson, las últimas horas han entregado señales de alivio a las autoridades. "El sector se encuentra despejado, el cauce del río Ibáñez está en condiciones normales y no hay olor a azufre. La fumarola se mantiene de color blanco, sin ruidos subterráneos y viento calmo, y ha reducido su altura; por lo tanto, las condiciones están en normalidad", dijo la vocera regional Marcia Raphael.
Asimismo, y pese a que el chequeo presencial de la zona aledaña al Hudson, específicamente el sector del río Huemules, dio cuenta de una gran cantidad de material piroclástico arrastrado por el lahar (flujo de barro) emitido por el volcán, se establecieron condiciones normales, con fumarolas de color blanco, sin olor a azufre ni ruidos subterráneos.
El gobierno chileno ordenó la presencia en la zona de la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército para ayudar en las labores de emergencia. Según los marinos, el estero de Cupquelán no presenta peligro, pero el Quitralco sí muestra sedimentos y troncos a la deriva. Si bien los aeropuertos locales se mantienen activos, Puerto Ibáñez continúa cerrado para embarcaciones menores.
En la zona, y pese a los esfuerzos oficiales desplegados, la desconfianza en el gobierno chileno es manifiesta. Los alcaldes de Chile Chico, en este país, y Los Antiguos, en la Argentina, distantes ocho kilómetros entre sí, acordaron abrir la frontera en caso de emergencia. Para la última erupción del Hudson, en 1991, la población de Chile Chico enarboló la bandera argentina, decepcionada por el auxilio que le prestó el gobierno chileno, encabezado entonces por Patricio Aylwin, dos años después del retorno a la democracia en Chile.

Extraído de http://www.lanacion.com.ar/1419198-se-redujo-el-numero-de-sismos-dentro-del-volcan
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